Soportar
tu cuerpo sobre mi pecho,
tu cabeza
como un ala.
Con los
ojos cerrados ver estrellas,
la Osa
Mayor y más allá.
Notar
tu cansada saliva.
Inerme
tú, descansas;
duermes,
y yo
soy sólo un árbol, el tronco de un árbol,
con tu
cuerpo en mi pecho.
© Esther González
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