domingo, 29 de mayo de 2016

Amar no es nada




Amar no es nada,
es simplemente un pensamiento
repetido hasta el hartazgo, ad nauseam,
considerarlo importante
ofuscarnos si el deseo no mira,
perseguir cualquier detalle del ser amado
del presunto amado,
del interfecto.

Sospechosa de amar,
voy en un tren de ida y vuelta
pensando en ti.

(De fondo, los “Nocturnos”).




"Marzo"
© 2015 Esther González.


jueves, 26 de mayo de 2016

Era una hoja como labios, jinetes avezados en granos de arena.



Era una hoja como labios,
un cinturón de sal,
un limón recién cortado
en labios como una hoja.

Un tirabuzón azul,
una casa a dos aguas,
cinco dedos en cada frente,
una grulla mirando sin río
fotografías de animales.

Dunas hambrientas pidiendo chocolate,
jinetes avezados en granos de arena,
gime otra vez un liquen transportado en camellos.

Se riza tu pelo y se alisa.

Océanos profundos remueven
el fondo del deseo.


"Bolsillos en las piedras"
© 2015 Esther González. 

sábado, 21 de mayo de 2016

Revolviendo tus huesos como antiguos paquidermos




Revolviendo tus huesos
como antiguos paquidermos
llueven pensamientos aislados
detrás de los párpados.

Un mundo fragmentado
cae de los árboles
igual que hojas amarillas
detrás de los párpados.

Llueven pensamientos helados
luces
fogonazos
música que recuerdas.

Revolviendo huesos
como paquidermos.



"Marzo"
© 2015 Esther González. 


Fotografía: Royal Society.


lunes, 16 de mayo de 2016

El corazón de un animal prehistórico





El corazón rojo de un animal prehistórico dibujado en la pared de una cueva me recordó a ti, profundamente.


"Marzo"
© 2015 Esther González. 

martes, 10 de mayo de 2016

Medir sus escápulas, escalar su frente




Quisieras que tuvieran cuerpo para estrecharlo, para alisar su espalda.
            Su vientre, sus redondeces, caer desde el cuello.

Medir sus escápulas, escalar su frente, saltar con una mano de un muslo a otro. Descender sus vértebras, ascender su pecho.

Entrar un poco, sólo un poco, en la cueva de la boca, buscando murciélagos silenciosos que dormitan atentos a las ondas, al sonido, al aire de la tráquea, al zumbido nasal y más allá.

Porque hay cuerpos que son como paisajes, que se recuerdan  como amaneceres.
Intensamente azules, verdes, limpios y creyentes.

Aunque no sepas cómo llegar a ellos.


"Bolsillos en las piedras" 
© 2016 Esther González

jueves, 5 de mayo de 2016

Peces torpedo con descargas eléctricas





Peces torpedo con descargas eléctricas.

Por fin sentir algo.

El dolor compensa la ausencia
del no-dolor.

Morenas interminables
mugen con su boca pequeña y afilada
en mi carne.

Sólo los ojos de una raya
me han entendido
y mirado bien adentro
para darse la vuelta
en el agua.

Cebras que nadan
sin apartarse del cristal.

Como un monotrema me deslizo
con mis palmas de pato
y mi pico de pájaro.

Mitad tierra, mitad agua mar
mitad aire y aire.


"Mar de Bering"
© 2004 Esther González

Fotografía: “Manta ray hears the dinner bell”. 
Norbert Wu/Minden Pictures/FLPA.

domingo, 1 de mayo de 2016

El lugar de la piel más sensible





La criatura primitiva que desarrolló por primera vez un ojo, se supone que comenzó en el lugar de la piel más sensible que luego se convertiría en nuestro actual órgano visual.

Sin embargo, lo hizo al tratar de ver, aunque no sabía de antemano lo que significa ver, ni pensaba siquiera en lo que estaba haciendo. 

Fue la voluntad de vivir lo que impulsó el intento. 


"Zen". Integral,1997.
Selección de textos: Rodolfo Román.