domingo, 15 de diciembre de 2019

Nosotras, tierras de Duero

Estela funeraria romana (Villalcampo, Zamora):
"Consagrado a los dioses manes. Reburina falleció a los 70 años;
Anna murió a los 45 años de edad." Museo de Zamora.
Son frecuentes las estelas dedicadas a difuntas por otras mujeres.


  Tesoro de Arrabalde, Zamora.  Museo de Zamora.



"Santa Catalina de Alejandría", 1574 (Hospital de Sotelo)
 Museo de Zamora. Recuerda a reproducciones de la diosa frigia Cibeles.


Proximidades calle Puerta del Mercado. Toro, Zamora.



"Círculo de Zamora" (1905). Calle Santa Clara, Zamora. 





"La limosna", 1885. Nicanora Matilla.  Museo de Zamora.



"Nerón y Séneca", (detalle). Eduardo Barrón.
 Imagen de la diosa Minerva en parte superior.  Museo de Zamora.

 Medalla 1ª clase en Escultura. Exposición Nacional de Bellas Artes de 1904.
Propiedad del Museo del Prado, no llegó a ejecutarse en bronce.



"Mariposas nocturnas" (detalle), 1920. Carlos Verger Fioretti.
Museo de Zamora.



Decoración exterior actual. Local zona Plaza Mayor, Zamora.




"Mussía ", 1950. Delhy Tejero.  Museo de Zamora.



Fotografías: Esther González (septiembre 2019).

domingo, 3 de noviembre de 2019

"La Necesidad y los Sueños". Mercedes Merino.




Todo empieza muy despacio en la poesía de Mercedes Merino:

Fue en la
plaza de
Tirso…
acabamos hablando
de nuestras madres
tú y yo.
El resto había
desaparecido.


Y desde esas dos mujeres que hablan en la plaza, en el barrio de Gloria Fuertes y de tantas de nosotras, a mitad de “La necesidad y el sueño”, las puertas se abaten:

La puerta se cierra
y quedo justo
al lado de tu piel.


El tiempo es importante en estos versos:
                                   
Es un continuo el diálogo contigo


Un tiempo cómplice, consciente de su fugacidad: 

Miradas desviadas,
conversaciones apretadas,
intercambios rápidos…
Es tanto el deseo
y tan poco el tiempo
que verte y no verte
me mantiene en suspenso.




Mercedes cuenta una historia, en el tiempo y con el tiempo, que atraviesa todo el poemario:

… llegar a ti tan
serena, en
esta amalgama
de tráfico que
no ayuda en nada
al abrazo.


Las esquinas
cómplices
de esta ciudad
de un sueño
nos citan
a horas
sin tiempo.


El tiempo que prende y apaga una cerilla, esa luz en el cielo de la noche que no sabemos si hemos visto o no.

En esas noches de sombras,
cuando no hay luna,
imagino la luz de tu alcoba
y me duerno en un
ángulo de tus sueños.


El tiempo descarnado y encarnado.


Y en el tiempo, inevitablemente, quedan las cicatrices:

He mirado tantas veces
esa tenue línea azul
en tu piel…
Cada vez que te veo
compruebo que sigue ahí,
es como corroborar
que tú y yo
continuamos aquí,
un escalofrío
intenso recorre
mis entrañas.




Todo cambia, termina o se inicia.

Y si llegas…,
¿por qué te vas?
(Del poema “Luz en fuga).



Al final, buscamos el sosiego:
Se han traspapelado
los encuentros,
ya no busco contacto
entre tinieblas.
Una serena luz
alumbra desde dentro
regalándome instantes
de sosiego.


Qué es, sino volver a nosotras.



Lo vivido de verdad, intensamente, puede ser eterno, permanecer en nuestra eternidad, en el tiempo que somos:

Galopé a lomos del viento
por praderas inmensas…


Una “serena luz” se queda con la poeta.
Y ella, con un “sigamos escribiendo.”




domingo, 6 de octubre de 2019

Las fachadas de Semuret

Escuela de Música.Toro, Zamora.


Toro, Zamora.


 Toro, Zamora.


 Cine "Imperio". Toro, Zamora.


Toro, Zamora.


Zamora, Plaza de Sagasta.

 Zamora, esquina a calle Balborraz.


 Zamora, esquina a Rúa de los Notarios.


Zamora, calle Balborraz


Calle Santa Clara


Bajada calle Herreros, Zamora.



Semuret es uno de los nombres que se citan en los antiguos escritos en árabe para referirse a la ciudad de Zamora, “la capital de los gallegos”.

Lo explica así un cartel bien visible en el escaparate de una de las librerías visitadas, con ese nombre, centenaria, en la que conviven títulos que envidiarían muchos lugares de venta de libros de capitales más grandes, y las necesidades didácticas de los zamoranos más jovencitos.

Dice también el cartel que Semuret significa “Ciudad de las turquesas”; o “Ciudad rodeada de árboles”, si seguimos los dialectos bereberes.







Fotografías: Esther González.

domingo, 4 de agosto de 2019

En sus propias palabras. Cuatro escritoras en el Festival Celsius (Avilés).

De izquierda a derecha: Anna Starobinets, Johanna Sinisalo, Frances Hardinge y Sara Pinborough, durante la firma posterior al encuentro "Creando personajes femeninos con los que identificarse."

El pasado viernes, 20 de julio, pudimos disfrutar de dos eventos celebrados en el Festival Celsius.

El primero consistió en la presentación de la novela “El núcleo del Sol”, de la autora finlandesa Johanna Sinisalo, de la mano de una escritora tan estimada como Lola Robles, y contando con la ágil y precisa traducción de Diego García Cruz en ambos actos.

El punto de partida de “El núcleo del Sol” es una Finlandia convertida en un Estado totalitario, en el que se crean mujeres sumisas con características al gusto del género masculino dominante, y donde las prohibiciones y el control sobrepasa el absurdo:

 “En mi novela, las mujeres han perdido su autodeterminación sexual. Refleja (….) nuestro mundo, en el que [se regulan] determinadas sustancias.”

El café está prohibido, por ejemplo; lo que puede “resultar placentero”.
Y una vez que comienzas a regular, a controlar, a prohibir, “¿dónde marcas el límite?”

La filosofía de ese mundo distópico –tal vez próximo a nuestra sociedad, con un par de empujones más- es que “siempre habrá alguien (…) que sabe mejor que tú lo que es bueno para ti.”


“Pretendía satirizar las sociedades que [intentan] controlar [a toda la población]” y “la sexualidad femenina”
“Mi objetivo es que el lector disfrute (…), que sienta la necesidad de continuar.”

¿Estamos hablando de una realidad futura?:
El Movimiento de Liberación Masculino de Finlandia “es una de mis inspiraciones: El Feminismo se ha pasado de la raya y hay que volver a ponerlas [a las mujeres] en su sitio.” La idea es que ellos hacen el servicio militar “y ellas deben ir a un burdel pagado por el Estado (…) Por esos surge la necesidad de escribir esta sátira.”
La autora les interpela: “¿De verdad queréis vivir en un mundo así?”


Y concluye: “Creo que sí, que nos estamos acercando [a esta distopía].”
Lo que hasta hace unas décadas parecía impensable, ahora se nos muestra como una realidad cada vez más cercana.

Con respecto a su escritura, Johanna Sinisalo considera que  le distingue “mezclar elementos tan dispares.”



Ya por la tarde, en una sesión conjunta -conducida con sobriedad y acierto por Sofía Rhei-, Frances Hardinge, Johanna Sinisalo, Anna Starobinets y Sarah Pinborough abordaron un tema tan sugerente como “Creando personajes femeninos con los que identificarse”.


Las cuatro autoras nos hablaron de sus personajes femeninos, y sus herramientas para lograr que los lectores empaticen con ellos:

Frances Hardinge (Brighton, Reino Unido, 1973):
Destaca de sus personajes “la pasión de Faith”, la protagonista de su novela “The Lie Tree” (“El árbol de las mentiras”): “Es una chica enfadada, profundamente frustrada.”

Tiene que ser alguien que dude de sí mismo, con defectos; si no tiene defectos es aburrido; si no es vulnerable, es aburrido: “[tienes que ver] su alma en el papel”. 
"Lo que me gusta de Faith es que duda de sí misma… Tiene la capacidad de crecer.” Es importante describir el grado de detalle de esta evolución.





Johanna Sinisalo (Sodankylä, Finlandia, 1958):
“Tienen heridas que tratan de ocultar y lidian con ellas todo el tiempo, y creen que nadie puede comprenderles (…), en un ambiente hostil (…) Que vayan creciendo y se vayan desarrollando.”
En su obra “Ojo de cristal” [2006], una guionista de culebrones muy popular en Finlandia crea mundos que se convierten en reales: “la solución (…) es ser la autora [de los guiones] de su propia vida.”


Anna Starobinets (Moscú, Rusia, 1978):
“Los personajes no pueden ser perfectos, tienen que tener algún tipo de debilidad (…), odiarse a sí mismos, [el lector lo entiende]. El sufrimiento te ayuda a esa conexión.”
“[Soy cruel con mis personajes femeninos], mi favorito es Hanna” [de su novela “El Vivo”, 2011]. Situada en una sociedad futura donde no existe la muerte, sino “la pausa”, y todos deben quererse, Hanna da a luz a un niño que no está en la “lista de vivos”.



Sarah Pinborough (Milton Keynes, Reino Unido, 1972):
“Escribo thrillers, en especial con protagonistas adolescentes. Mi “Cenicienta” es muy diferente del original. Va en un viaje muy rápido hasta convertirse en otra persona.”
“Muchas veces, menos es más (…) Prefiero que un personaje esté al borde de las lágrimas, porque hay fuerza interior (…) Prefiero que los personajes no caigan bien, que sean interesantes.”
“Yo creo que los seres humanos no somos buenos (…) Sinceramente, la amabilidad me aburre.”


Ya en la última parte del encuentro, las autoras mencionaron sus personajes femeninos favoritos, y explicaron cómo introducían “percepciones autobiográficas”:

Frances Hardinge:
 “Las incluyo transformándolas muchísimo (…) Si fueran un cuadro, serían la pintura.”


Johanna Sinisalo: Pipi Calzaslargas (“She is friendly, strong, humor sense”); divertida, inteligente. “Hace lo que le sale de los ovarios.”
“Sólo puedes usar lo que tienes dentro de tu cabeza.”


Anna Starobinets:
Baba Yagá. Impredecible, trata de salvarte … “El caso es que no es buena (…), es un mito muy antiguo, [una "medio muerta"].”
“Uso todo y a todos los que me rodean.”


Sarah Pinborough:
“Eva al desnudo”: “Las tías tenemos que ser guapas, estar a tope..."
Otro personaje sería la Reina de Hielo, de “Narnia”, lo que le pasa es que es una “incomprendida.”
“Lo único que puedes hacer es basarte en tus propias experiencias, [en mi caso] los asesinatos…”



Nota.- Las citas son textuales, y entre corchetes he tratado de de reflejar o sintetizar lo expresado por las autoras que no me ha sido posible transcribir en el momento.

jueves, 30 de mayo de 2019

Antes de ser quemada



Antes de ser quemada
vi un caballo blanco dirigirse al valle
un anillo de plata
una mesa puesta
la piara de obispos y reyes
ante Dios.

Vi un juramento escrito en el cielo
volaba como un ángel y luego se quedó quieto
los ríos de Babilonia fueron sonrisa
en la boca de los ciervos.

Sonó una trompeta y se abrió la tierra
gritaron todas las criaturas con dientes.

Un feroz galope de armaduras vacías
redobló sus fatales esfuerzos en el orbe.

Quise ganar una batalla
en lugar de ganar una isla;
quise honrarme a mí y a otros
en lugar de arrodillarme;
seguir mi corazón.

Y cuando estuve en paz,
los hombres me arrebataron el cuerpo mortal.

Porque nada más temían de mí
ni poseían.

© 2019 Esther González


Fuente imagen: https://carvehername.org.uk/joan-of-arc-7-may-1429/

jueves, 18 de abril de 2019

La angustiosa experiencia humana de Tetsuya Ishida


"Retirado", 1998


Sin título, 1997


Refugio en el váter, 1996


Pubescencia, 2004


"Búsqueda", 2001


Sin título, 2001


"Respostar comida", 1996


"Silla del jefe de departamento en un edificio abandonado", 1996


"Persona que ya no puede volar", 1996


Sin título, 1996


Cuadernos, 1993-2004 


Cuadernos, 1993-2004 


"Prisionero", 1999


 "Decidido por mí mismo", 1999


"Perdido", 2001




Palacio de Velázquez, Parque de El Retiro, Madrid.
Hasta el próximo 8 de septiembre.



Fotografías: Esther González (excepto retrato del pintor).