lunes, 27 de octubre de 2025

Dylan Thomas: escribir poesía

 

Carta a Pamela Hansford Johnson
sin fecha, probablemente septiembre de 1933

"Parte de la tarea del poeta es tomar una palabra gastada y prostituida, como la hermosa palabra “blondo” y alisar las arrugas de su disipación y ponerla otra vez en el mercado, fresca y virgen […]

No esperes mucho de mí (es vanidad suponer que sea así); soy una personita rara. No imagines al escritor de fuertes mandíbulas meditando sobre su última obra maestra en el estudio de panes de roble, sino una persona pequeña, delgada y enrulada, que fuma demasiados cigarrillos con un pulmón embromado y que escribe sus vagos versos en el cuarto de atrás de una casa provincial”.


Carta a Charles Fisher
febrero de 1935 

"Me pediste que te explicara mi teoría sobre la poesía. Realmente, no tengo. Me gustan las cosas que son difíciles de escribir y difíciles de comprender; me gusta redimir los contrarios con imágenes secretas; me gusta contradecir mis imágenes diciendo dos cosas a la vez en una palabra, cuatro en dos, y una en seis.

[La poesía] debe ser tan orgiástica y orgánica como la cópula, divisora y unificadora, personal pero no privada, propagando al individuo en la masa y a la masa en el individuo. Creo que debería trabajar a partir de las palabras, de la sustancia de las palabras y del ritmo de las palabra sustanciales puestas juntas y no hacia las palabras.

La poesía es un medio, no un estigma en el papel. Los hombres deberían ser bi-instrumentados y la pata del medio de un poeta es su lápiz. Si su lápiz fálico se convierte en un taladro eléctrico que rompe la costra y el cemento del lenguaje adelgazado por las ruedas de triciclo de los poetas naturalistas y las pesadas seis ruedas de los señores académicos, mucho mejor; y lo que vale es el trabajo […]  siendo el genio, tan a menudo, una capacidad para las penas que duelen.

Borrador de "How Shall The Animal", cuaderno de 1930
Fuente: Universidad de Buffalo (EE.UU.) 

Me siento muy halagado y me alegra que quieras un manuscrito de algunos poemas míos […] Pero mi método es éste: escribo un poema en innumerables tiras de papel borrador, escribo de los dos lados del papel, a veces al revés y atravesado, sin puntuación, rodeado de dibujos de faroles de alumbrado y huevos duros, todo desprolijo; pedazo por pedazo voy copiando el poema que se va desarrollando en un cuaderno de ejercicios y cuando está completo lo paso a máquina. Los borradores los quemo, porque son tal cantidad que me llenan el cuarto y se mezclan con la cerveza y la manteca".


Kardomah Cafe, lugar de encuentro artístico y literario de los años 30 en Swansea
Entre los asistentes se encontraban Charles Fisher y Dylan Thomas.
Fuente: The History of Wales


Carta a Pamela Hansford Johnson,
octubre de 1933

"A las nueve y media se produce una leve agitación en el cuerpo de Thomas, un párpado palpita, una pierna tiembla. A las diez menos cuarto por ahí, el desayuno, consistente en una manzana, una naranja y una banana se le trae al lado de la cama y se le deja junto con el Daily Telegraph. Unos cinco minutos más tarde el cuerpo se alza, mira ciegamente a su alrededor y estirando un débil brazo lleva la manzana a la boca […] Con el último bocado he tomado posesión completa del cuerpo Thomas y leo los juicios criminales de la página tres con gran concentración […] enciendo un cigarrillo y entonces, si aviso, salto súbitamente de la cama […] y corro como si los enemigos del invierno estuvieran a mis talones, hasta el baño.

Borrador de "Poema en octubre"
Los 250 borradores aproximadamente que se han encontrado hasta ahora de este poema demuestran la extrema meticulosidad respecto al uso del lenguaje de Dylan Thomas. 
Fuente: BBC


Allí, sosteniendo el cigarrillo, me raspo la barba de la cara y me picoteo con una fútil esponja. Y entonces abajo, donde después de otro cigarrillo, me siento frente al fuego y comienzo a leer, a leer cualquier cosa que esté cerca, poesía o prosa, traducciones de los griegos o el Cine Gráfico […] hasta alrededor de las doce en que he leído quizás la cuarta parte de una novela un par de poemas, un cuento, un artículo sobre la cría de las abejas en Silesia septentrional y un comentario escrito por alguien de quien nunca he oído hablar sobre una obra de teatro que nunca querré ver. 
Después del té, leo o vuelvo a escribir […] hasta las seis de la tarde. Entonces me voy a Mumbles […] un pueblito bastante lindo a pesar de su nombre, justo al borde del mar.


                              Newton Road, Mumbles, a cuatro millas de Swansea

Después una caminata de tres millas a casa para cenar y quizás más lectura, a la cama y por cierto más escritura. Esto apunta un día común. No un día muy británico. Demasiado pensamiento, demasiada charla, demasiado alcohol".


Carta a Pamela Hansford Johnson
noviembre de 1933

"Y la poesía no necesita apelar a las mentes inteligentes más que a las no inteligentes. Es apreciada en mayor medida por las mentes imparciales. Cada poeta genuino tiene sus propias normas, sus propios códigos de apreciación, su propia aura.

Al leer por primera vez a un poeta no nos relacionamos con él y por lo tanto, juzgando con normas preconcebidas –por más elásticas que sean- no podemos apreciarlo plenamente. Se debería ir con cerebro en blanco y corazón lleno hacia cada poema que se lee: tarea imposible. La única manera conste en leer y releer, preferiblemente en voz alta, cada nuevo poema que nos parece tener algún valor aunque sea pequeño […]
Dylan".
















Dylan Thomas. Cartas.
Selección y prólogo: Constantine Fitzgibbons
Ediciones de la Flor, 1971
Buenos Aires (Argentina).