viernes, 21 de octubre de 2016

Lignario y vegetal, oscuro como un bosque a oscuras




Lignario y vegetal,
oscuro como un bosque a oscuras;
no hablo del deseo.

Hablo de estrangular la noche,
de que el cuerpo olvide;
eso es,
borrar la memoria del cuerpo
que tanto o tan poco dura.

Hablo   –no tanto de olvidar–
como de recorrer los bosques insalvables
que crecen para construirte fortaleza
de paredes sin piel.

No sea que vaciles,
no sea que no me desengañe.

A oscuras, como en un bosque oscuro,
no hablo del deseo.

Después del deseo   -o en él-
está el cuerpo que recuerda,
las paredes que defienden
para siempre, en el olvido,
lo que no se dió.


© 2004 Esther González. "A nuestros propios cuerpos".
Fotografía: Jover Cormac.

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