miércoles, 8 de marzo de 2023

El gancho del carnicero (Poemas del último mundo)

 



El gancho de carnicero lo explica todo.

El carnicero apaga la luz

y tú sigues fría y sin fuerzas
esperando al día siguiente.

El carnicero te cuelga por el gancho

y tú sonríes, con la boquita un poco abierta,
como si te alegraras de tu propia venta.


No tienes tiempo de cuidar, de cuidarte, de cambiar el pañal a tu padre
de escribir poemas a quien amas
de pensar con los ojos cerrados en el aire y en los pájaros;
los pájaros también cuelgan de un gancho
si acaso imaginar unos momentos antes de cerrar los ojos y dormir
si puedes dormir.


El carnicero come y deglute tus entrañas, tu trabajo, tu salario, tu privacidad
y se ríe de ti parcelando tu naturaleza
como si el agua se pudiera parcelar, que no se puede;
pero
se puede emponzoñar y echar sus babas y el líquido de los circuitos
de su coche de verdad.


Y viene la tormenta y no ves al carnicero
que no está en esta ciudad que fue muerte y ahora llama a la muerte,
y quizá reacciones cuando la riada
se lleve tus pies
en ese sótano –que crees que es la totalidad del mundo- donde cuelgas
del gancho
del carnicero.


Esther González
"Tienes tú un caballo dentro" (2020)
Poemas del último mundo.

Fotografía: Dora Maar (1935).

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